Me preguntan el por qué quiero a los animales, qué me han dado. Pues me han dado todo lo que un humano no me ha podido dar y nunca me han quitado nada, me han llenado la vida y me han demostrado la grandeza que puede haber en un ser vivo que se da a entender sin hablar.
Todo comenzó hace muchos años, al principio sólo los rescataba y los llevaba a casa, mi mamá y mi abuelita enloquecían por tanto gato, pero mi hermano y yo no podíamos dejar a animalitos en la calle. Tuvimos ratones, tortugas, gatos (muchos gatos), y perros. No nos gusta tener aves, porque ellas están hechas para liderar los cielos y se me hace muy frustrante que estés capacitado para poder hacer algo y no poder hacerlo por capricho de alguien más.
Muchas mascotas murieron a lo largo de mi vida, y otras fueron dadas en adopción. Nunca he comprado un amiguito de cuatro patas, todos me los he encontrado o me ha llegado para adopción, no estoy de acuerdo en comprar un amigo, hay muchos que necesitan un hogar y no cuestan nada, además de que si seguimos comprando no pararán los criaderos de animales en explotar a las perras y hasta motarlas en un parto, después de tanto dar y dar a luz.
El animalito más fuera de lugar que tuve fue un hamster y es que a este pequeño me lo encontré en el bote de basura de una librería, sí, donde trabajaba; la dueña del local me dijo "llévatelo si quieres , pero desaste de él" y así fue como me hice de mi primer hamster. Luego un niño en la calle me regaló un ratón, que él había comprado y que sus padres no lo dejaron tener y debía deshacerse del animalito, así que le llevé un amigo a mi hamster. Los nombres que escogí para ellos fueron: Oliver para el ratón y Baruch para el hamster; se hicieron muy amigos pero un día Baruch se cortó con el filo de su resbaladilla y cuando me dí cuenta ya estaba muy infectado, lo llevé al veterinario, pero ya era demasiado tarde y falleció. Oliver se puso muy triste y le llevamos a otro "amigo", un ratoncito que resultó ser ratona y me llenaron de nietos!!!. Luego los donamos a , incluyendo a la madre y nos quedamos sólo con Oliver que tuvo un infección cutanea, luchó como un verdadero guerrero pero finalmente falleció. Cómo lloramos a Baruch y Oliver, me decían que se iban a pelear y aquello sería una masacre, pero nada más lejos de la realidad; además yo los dejaba en las noches libres por la casa, claro. luego encontraba mi ropa mordisqueada.
Ahora tengo cuatro hermosos gatitos y una perrita que me hacen el día, ellos son los que me obligan a levantarme cuando tengo flojera o estoy triste. Gretta (mi perrita) me hace salir a la calle y mi día siempre está muy ocupado desde que amanece: cambiar arena, cambiar agua de bebedero, dar comida preparada, dar medicamento, sacar a Gretta a pasear y hasta que anochece: sacar de nuevo a Gretta a caminar, darles de comer, limpiar arenero, jugar con mis animalitos, darles cariño y muchas cosas más que exigimos todos los seres vivos, con la certeza de que ellos siempre estarán agradecidos conmigo y nunca falsearan su amor y entrega.